El MANual de TElevisión COlombiana enseña las características de la televisión de nuestro país con miras a realizadores extranjeros que deseen copiar
nuestro estilo único y propio pero que no sepan como hacerlo. Disfrútenlo.
Anteriormente se decía que la vida imitaba al arte. Woody Allen dice que imita a la mala televisión. pero he aquí un caso, para los que han leído EL TUMBO, en el que la mala televisión imita a un bló:
El colombiano promedio suele quedarse en su microcosmos y creer que no hay más mundo allá de la frontera, o por lo menos a creer que el mundo gira alrededor de nuestro país. es así como aquí es noticia nacional y casi día cívico que Shakira cante en un concierto en California o que Juanes vaya al dentista en Miami. Pero hay datos que demuestran que no somos la última coca cola del desierto, como se decía en mi tiempo. es más, ni siquiera un "astro" deportivo como Montoya es reconocido como quisieran algunos compatriotas:
Sacando una vez más lo peor del colombiano promedio, Nada Más que La Verdad nos presentó a esta mujer que estuvo a punto de pasar por decente y fiel, aunque no tardó en rectractarse:
Y bueno, acabó otra temporada de El Jugador, cada vez más predecible. Aunque me place decir que unos detalles me devolvieron la fe en la humanidad.Ganó el que más sabía y menos cañó, La Bahamon sigue siendo la Bahamon y Bob Patiño se retiró tempranamente. Pero lo más destacado fue este intento de la Serna para, infructuosamente, hacer llorar a un jugador que había perdido todo:
Al parecer no sólo a mi me molesta este señor Amador, a juzgar por como lo ignoran sus compañeros de set, pese al desesperado intento del sujeto por hacerse notar:
Creo que era Zona Rosa la culpable de una de las más tristes y aún así más célebres líneas que personaje de Carolina Sabino haya dicho alguna vez en la televisión nacional. Ojo, que el ritmo de la conversación es tan enredado como vertiginoso:
No, ella no siempre es así, a veces en serio actúa peor.
Curiosamente, lo mejor que puede usted encontrar en el Canal 13 es un video de reggaeton, a juzgar por estos dos que, a falta de un guión coherente, empiezan a rellenar con maestría:
¿Y qué? ¿En que íbamos? ¿En dónde estamos? ¿Quién nos dió un micrófono? ¿Alguien me puede dar una banana?.
Increiblemente, hasta con un muñeco de cera Hernán Orjuela se las arregla para quedar mal como entrevistador:
¿Británico? Claro, hombre. Otra cosa. ¿Notaron que empezó diciendo que era el hermano de Agmeth, luego que era el Agmeth británico, y terminó diciéndole "saludos a su primo"? Nunca cambies Hernán Quemantanincoherente Orjuela.
Según los parámetros del cine colombiano, la palabra éxito se define ahora como: película que no se exhibe en las salas de cine. Veamos:
¡¿Entrar CON PIE DERECHO al mercado del DVD?! Que mal, si se hubieran esforzado un poco más e invertido un poco la película ya estaría en formato Beta.